jueves, 19 de noviembre de 2009

AFCI 2

Apología sobre "Finitum Capax Infiniti"
2. Ruralización obligada

Esther: Ya en este fragmento la historia empieza a tomar ritmo. Mayor delineamiento de los personajes de Giovanni y su madre y de las relaciones que los unen. El viaje a La Escuela, plagado de instrucciones fantásticas, para terminar el camino en un lugar extrañísimo, que nada tiene que ver —seguramente— con lo que ellos creían sería esa escuela.

Esta parte gira alrededor de esas instrucciones fantásticas. No en cuanto a la historia, pero sí en cuanto al ambiente, al ritmo. La progresiva aparición de folletos o líneas inexistentes antes es lo que va dando la sensación de caer en un mundo fuera de la normalidad; o mejor dicho, la sensación de que Shari cae en un mundo fuera de la normalidad, cosa que es diferente. Encontré eso bien logrado, muy bien logrado. Al final uno siente a esa pobre mujer, ya abandonada a la magia, sin siquiera intentar defenderse —defender su cordura— ante tanta modificación increíble de lo que lee.

La repetición de Ketchum, una y otra vez, opera como un mantra; el sonido es adecuado para eso. No quiero ni pensar si la ciudad se llamase “Santo José de los Tres Ríos Azules”. Pero por suerte (o por decisión del autor) se llama Ketchum, lo cual la vuelve excelente para ser repetida una y otra vez
Lo interesante es que la ciudad en sí misma no parece tener importancia: La Escuela está en las afueras, y salvo que luego se diga lo contrario, posiblemente ambas coexistan en las cercanías pero sin relación alguna.

Bien, aquí ya encontré al D de las excelentes construcciones:
“Hubo nalgadas cuando era chico, pero no muchas, ni tan frecuentes como cualquier otro niño "difícil" como Giovanni hubiera recibido en cualquier otro hogar; pero también hubo muchas caricias, abrazos, besos, cosquillas y muchas horas de jugar y corretear cuando mamá estaba presente.”

“Shari se preguntaba si su antigua Suburban simplemente no terminaría tosiendo tuercas y engranes y se desbarataría en pedazos después.”

“El camino terminaba en la mera puerta de entrada, y más allá del edificio mismo se notaba el barranco más empinado que jamás se hubiera visto afuera de las páginas de un National Geographic
Y todos los troncos en la sección superior estaban apilados uno encima del otro, como si alguien hubiera apachurrado varias cabañas en ángulos raros.”


Me gustó la descripción del paisaje: es vívida.

Y la pedocracia tiránica

Y el diálogo final


D: He estado muy divertido leyendo tus apuntes. Bueno, primero medio avergonzado de tener tantas correcciones pendientes, pero conste que lo que estoy haciendo es subir el texto en inglés en la ventana de respuesta y después traducir aquí mismo, aparte de arreglar el formato. Creo que por eso se me están yendo las cabras en tantas partes del texto…
Pero lo que me divertía es darme cuenta de lo mucho que influye el entorno al interpretar los textos. Hay varias partes del texto que son demasiado coloquiales, pero eso es porque, según yo, quisiera que este texto produzca la sensación de oirlo, en lugar de leerlo. Por ejemplo, "el letrero todo oxidado" es una locución común de los hispanohablantes en Texas. Y así hay muchas cosas en el texto, que tienen que ver con la idiosincrasia más bien que con el idioma (ajá, como si pudieran existir por separado… bueh…)

La "gran latitud para expresarse" es una metáfora mixta. O sea, es tan amplia, que tiene una extensión geográfica. Luego busco algo más efectivo qué decir.

Lo de los "cielos alrededor" se me hizo necesario para expresar ese efecto tan raro de las altas montañas, que parecen sitiadas por las nubes… ¿Has ido alguna vez a esquiar? Las montañas le rascan la barriga a las nubes y se salpican de nieve por todos lados, y por eso parece que le arrancan un pedazo azul a un cielo de nubes. Tendré que reformular la imagen.

¿Cuántos taxidermistas podría haber? Bueno, imagina las montañas y el bosque, y la afición de los estadounidenses por las armas de fuego, y te podrás imaginar que aparte de ir a esquiar en invierno, muchos acuden a Ketchum a la cacería de venados.

“Por amor del cielo, ¿dónde, pues, "las afueras" podrían estar precisamente?” Esta es una oración difícil de traducir. Para expresar la desesperación con ironía, en inglés por lo general se hacen preguntas retóricas como esta, con el "precisamente" precisamente al final, como recalcando precisamente la falta de precisión.
Creo que en inglés escribí algo así como: "Pray tell, where could the outskirts be, precisely?" A lo mejor es un anglicismo.

Eso de darse un "amarrón" es cuando uno pisa los frenos hasta el fondo y se traban las almohadillas de los frenos.

La comida chatarra terminó en donde uno pone los pies. ¿Cómo se llama esa parte de la cabina? No sé. ¿El cubo de los pies? ¿La piesera? Bueno, durante los enfrenones todo artículo que esté en el piso de una cabina de automóvil sale disparado hasta enfrente y se acumulan todos a los pies de los asientos de enfrente. Entonces, aparte de que Shari no cuida bien de su camioneta, llevan casi cuatro días viajando en esta ocasión, lo cual casi garantiza que tengan un montón de basura de comida chatarra, que se puede comprar en el "Drive-thru" para llevar.

Lo del fetiche… O sea, el que diseñó La Escuela de seguro que tenía alguna fijación sexual por las cabañas de troncos, y satisfizo sus ansias enfermizas al construir ese edificio…

Pero como sea, voy a adoptar casi todas tus sugerencias. Muchas gracias por la revisión.

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